No me busques que me encuentras 


sulero
Siendo sincero, si Lion no hubiese estado nominada, jamás se me habría pasado por la cabeza echarle un vistazo, llamadme chaquetero o fácilmente influenciable, pero es que la premisa no me atrajo para nada y para un servidor estaba catalogada en “el típico drama”. Pero de mi negatividad esperaba encontrarme con una enorme sorpresa como lo fue “Room” en su momento y… no, Lion es el típico drama del que nuevamente me siento como una hormiga entre elefantes al no entender porque tanta fama.
Partimos de que “Chicos se pierde de niño, acaba siendo adoptado y de mayor busca a su familia” no es el colmo de la originalidad ni mucho menos, aunque la historia sea real, pero como bien me dice mi amigo cinéfilo, “a veces lo importante no es el contenido si no la forma en la que lo te muestran”, pero es que en este caso, ni eso lo salva. Primero porque no entiendo al protagonista, que pasa 20 años adoptado y de un día para otro, al contemplar la posibilidad de encontrar a su familia, se obsesiona con el mantra mental de que no puede vivir un día más sabiendo que su madre y su hermano le buscan. Luego porque este proceso de búsqueda resulta muy pesado y lento, ya que es básicamente una persona que deja de vivir su estupenda vida para estar todo el día con el portátil en la mano buscando en “google earth” y para acabar te meten una subtrama familiar con su hermanastro que solo existe para rellenar minutos y que no desemboca en nada. Lo siento, pero si la película intentaba emocionarme y empatizar con Saroo, no lo ha logrado.
Si es cierto que a nivel de banda sonora y fotografía es una maravilla, y que su final ha logrado emocionarme en su justa medida pero quizás porque estoy meando fuera de tiesto, no consigo verle nada más que logre que no la acabe olvidando en 2 o 3 años.